8 diferencias entre porcelanatos y cerámicas que te ayudarán a escoger la alternativa perfecta




Una de las preguntas más frecuentes a la hora de remodelar es: ¿cuál es la diferencia entre el porcelanato y la cerámica?

Más allá del estilo que pretendas darle a tu ambiente, debes saber que la cerámica y el porcelanato son productos parecidos, pero con características diferentes, y conocer esto te ayudará a tomar una decisión más acertada a la hora de proyectar.

Es por esto que, en este post, te contaremos cuáles son las diferencias entre cerámicos y porcelanatos que necesitas considerar y que te servirán como guía para comprar la opción más adecuada según las necesidades de tu espacio.

1. Proceso de Fabricación

La primera diferencia entre porcelanato y cerámica nace desde el momento de su fabricación. Si bien ambos productos están compuestos de arcilla, es su proceso de elaboración lo que los convierte en diferentes.

La cerámica tradicional está hecha con arcilla roja, un tipo de masa compuesta por minerales arcillosos como tierras alcalinas, hierro y magnesio, que hacen que esta arcilla sea resistente, porosa y plástica.

Por su parte, la arcilla utilizada para la fabricación del porcelanato tiene un color blanquecino o grisáceo como resultado de su refinamiento y la mezcla con otros materiales, como el cuarzo y la sílice, que le otorgan a su vez más dureza.

Además, ambos productos son cocidos a diferentes temperaturas, haciendo de ellos materiales más o menos compactos y confiriéndoles bondades de mayor o menor absorción de agua, así como dureza.

Las piezas de porcelanato se someten a un nivel de compactación mucho mayor que el de las cerámicas y con temperaturas de cocción que superan los 1.300 °C, en comparación con la cerámica que no excede los 1.000 °C. Esto trae como resultado que la pieza final del porcelanato sea más compacta y vitrificada que la cerámica.



 

2. Tipo de Resistencia

La cerámica es un producto que soporta bien el tránsito constante de personas, los cambios leves de temperatura y, especialmente, las condiciones climáticas de los ambientes exteriores.

Ahora, si la cerámica tradicional ya es resistente y duradera, ¡el porcelanato lo es todavía más! Por su fabricación, el porcelanato puede soportar mejor el desgaste por uso general, los golpes por caídas de objetos puntiagudos o pesados, los rayones, los cambios bruscos de temperatura y la acción de agentes químicos.

Gracias a estas características del porcelanato, se suele utilizar como revestimiento en los ambientes exigentes como espacios exteriores (terrazas o patios), habitaciones con alto tránsito (pasillos o la sala de estar), garajes o locales comerciales y oficinas.

Ten en cuenta que una mayor resistencia implica una mayor vida útil, por lo que el porcelanato es el producto de origen cerámico más duradero de todos.

3. Nivel de Absorción De Agua

Otra diferencia entre porcelanato y cerámica está en su nivel de absorción de agua. Ya que las piezas de porcelanato son más compactas y cocidas a temperaturas más altas, su nivel de porosidad es menor en comparación con el de la cerámica.

Por su baja porosidad, el nivel de absorción de agua del porcelanato suele ubicarse alrededor del 0 al 0.5%, mientras que el de la cerámica ronda entre 6 y 10%.

Esta es la razón por las que el porcelanato se recomienda como revestimiento para ambientes húmedos, por ejemplo el baño y la cocina, pues es un producto prácticamente impermeable.

Por su parte, la cerámica se recomienda para espacios como la sala de estar, el comedor o los dormitorios.




4. Tamaños Disponibles

Si hablamos de diferencias entre la cerámica y el porcelanato, debemos mencionar los tamaños disponibles en el mercado. Primero, las piezas de cerámica no suelen superar los 50 x 50 cm, ya que son más delgadas, por lo que fabricarlas con un mayor tamaño las tornaría más frágiles y quebradizas.

En cambio, es común encontrar piezas de porcelanato de gran formato, de 60 x 60 cm en adelante. Esto se debe a que las piezas son más gruesas, compactas y resistentes, por lo que es posible fabricarlas en tamaños más grandes, ¡incluso de 160 x 320 cm!

5. Terminación De Los Bordes

Otra diferencia entre porcelanato y cerámica está en la terminación de los bordes. Una de las características de la cerámica son sus bordes más redondeados, mientras que los del porcelanato suelen ser rectos o rectificados. Esto es algo que debes considerar, pues tiene un efecto en el aspecto final de la instalación.

Verás, al tener bordes más redondeados, las juntas de colocación de la cerámica son más notorias, ya que pueden variar entre 3 a 5 mm. Por su parte, las del porcelanato rondan entre 1 y 3 mm, por lo que favorecen una apariencia más uniforme y continua en la superficie.



 

6. Diseños y Acabados

Nuestra sexta diferencia entre porcelanato y cerámica tiene que ver con los diseños y acabados. Es común encontrar que la mayoría de las piezas de cerámica vienen con una capa de esmalte, que puede ser mate o brillante.

Por su parte, los porcelanatos pueden venir con o sin esmalte ofreciendo un una mayor variedad de acabados que van desde el esmaltado brillante (muy usado para crear un estilo de lujo), el satinado y el natural o mate.

Ahora, gracias a las técnicas de impresión digital, también es posible encontrar porcelanatos que imitan los diseños de materiales naturales como la piedra, el mármol o la madera.

7. Instalación

Si analizamos su instalación, el tamaño de las piezas jugarán un rol importante a la hora de establecer la diferencia entre porcelanato y cerámica , ya que si son similares el tipo de instalación no diferirtá demasiado.

Sin embargo, como el porcelanato admite también grandes formatos, esto se vuelve una variable a tener en cuenta; ya una pieza más grande representa una pieza más pesada, por lo que la instalación se vuelve más compleja.

Será necesaria para esto la utilización de herramientas y pegamentos especiales, que son factores que pueden incrementar el costo de la mano de obra.

Además, hay que considerar que la superficie donde se instale un porcelanato de gran formato debe estar uniforme. Mientras que en el caso de las  cerámicas de menor tamaño, éstas pueden adaptarse mejor a bases que no estén tan parejas.



 

8. Precios

Llegados a este punto ya puedes intuir que una gran diferencia entre el porcelanato y la cerámica está en su precio, siendo el porcelanato más costoso que la cerámica.

Sin embargo, ya que hemos revisado las ventajas del porcelanato, ¡esto tiene una base muy cierta! Ya que tanto su proceso como sus materiales de fabricación lo hacen uno de los productos más resistentes, duraderos y con mejor envejecimiento del mercado.

Entonces, ahora que conoces las diferencias entre el porcelanato y la cerámica,  será más sencillo escoger tu revestimiento ideal.

Si quieres una opción económica y de calidad, la cerámica es tu elección. Pero si el presupuesto no es problema y quieres instalar un revestimiento que resista mejor el desgaste y la humedad, nuestra recomendación es el porcelanato.

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